Pasado, presente y futuro

Solamente aquel que construye el futuro tiene derecho a juzgar el pasado. (Friedrich Nietzsche, 1844-1900)


jueves, 13 de octubre de 2011

Encuentros en Algol

Por Marta Orts 

A Herminia Blanquer y a Luis Sáez por refrescar mi memoria. A Marina González por haber tomado la bonita imagen de Algol en el olivar del CEULAJ (Mollina, Málaga). Y a Emilio Llorente, por sugerir el lugar de encuentro.
A propósito del nombre del weblog y del grupo de profesores que participamos en el IV Seminario Investigando antes de la Universidad.

Teníamos claro que había un Encuentro, pero no dónde. Ahora ya está claro. Desde ahora, Encuentros en Algol es una realidad (virtual, por supuesto), tangible a través del ciberespacio.
De nuestra estancia en Mollina (Málaga) recuerdo gratamente la noche que salimos al olivar a contemplar el firmamento. La comitiva, formada íntegramente por profesores (de Filosofía, de Física y Química, de Historia, de Tecnología, de Música, etc.) iba encabezada por Anicet Cosialls (con su ordenador y el programa informático Stellarium) y Emilio Llorente (con su láser de largo alcance y su telescopio). Ellos, con sus “aparatos”, nos descubrieron planetas, estrellas y constelaciones.
Logramos avistar la Vía Láctea, la Luna (¡por supuesto!), y a partir de la Estrella Polar, distinguir algunas constelaciones. Para mi, Pegaso, el caballo alado de la mitología griega, me encantó especialmente, puesto que a partir de él, descubrí la nebulosa que configura Andrómeda. La podíamos apreciar casi a simple vista, bueno, después que Nacho Guerra (director del Seminario) y Emilio Llorente nos describieran su aspecto y, gracias a los prismáticos, la descubriéramos finalmente. Después, visión o ilusión, sabíamos que estaba ahí, así que la veíamos sin dudarlo.
Gracias al telescopio, los cráteres de la Luna y los satélites de Saturno se nos aparecieron con toda nitidez. ¡Tan lejos y tan cerca que nos parecían a través de las lentes de aumento! 
Marina González, la coordinadora del Seminario, hizo una foto de la estrella Algol. Salió movida. Su imagen se me antojaba más una cadena de moléculas que otra cosa (cuestión de apreciaciones), pero resultaba interesante observar el espectro cromático que la cámara había captado. Durante los días restantes del Seminario la elegimos como fondo de escritorio del ordenador de la Sala Europa del CEULAJ, donde los ponentes proyectaban sus presentaciones.

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